Extracto de la libreta roja, resultante de una extensa plática nocturna con el demonio rojo que habita mi alcoba y baila al anochecer.
“Yo prefiero que me entreguen un estómago palpitante lleno de sangre en la mano a que me regalen un jardín de flores porque eso es realidad en toda la extensión de la palabra. Yo no quiero un ego construido sobre una idea efímera y romántica de lo que tendría que ser un caballero rosa y cursi. Quiero comer un corazón ensangrentado, sazonado con cosas cotidianas como lavar ropa, tomar café en la mañana, trabajar arduamente, amanecer descompuesto y enfermarse de gripa.
“Quiero sacarte el cerebro todas las noches para saber lo que esconde en lo más profundo y oscuro, porque eso es lo que realmente somos todos. Las capas de cebolla que nos cubren son síntesis efímeras de un demonio que se esconde en las profundidades y muestra muchas caras al mundo. No me jales al agujero de una felicidad prefabricada, llévame al infierno visceral que se esconde en tu refrigerador, aliméntame de eso.
“Ansío estrellarme contra la realidad luego de caer y caer en la oscuridad. Quiero saltar y recoger mi cuerpo destrozado contra las rocas del acantilado más abrupto que pueda encontrar en tu interior. Quiero estrellarme contra todas las rocas de tu inconsciencia y saber qué es lo que habita en las cuevas que se abren entre ellas. Pelear contra cualquier otro demonio que me encuentre en la expedición y devorarlo, como he hecho siempre.
“Prefiero una áspera realidad que vivir entre almohadones de plumas perfumados. Dame eso …y me tendrás toda la vida.”