Si la vida no nos hubiera jodido en ese momento preciso, tal vez tendríamos otra vida juntos.
Iríamos por helado los domingos, pasearíamos en el campo, tendríamos muchos más amigos e hijos también.
Si la vida no nos hubiera jodido en esos momentos que nos hicieron lo que somos, tendríamos más esperanzas y menos pensamientos obsesivos. Seríamos más normales. Más livianos.
Podríamos tener una vida tan simple que cosas tan sencillas como una silla caer nos diera tanta risa, iríamos de vacaciones a un hotel gigante con los niños, y pensaríamos muy fácil en qué hacer para retirarnos.
La vida fácil nos jodió de más y ahora somos difíciles, complicados, enmarañados, obsesivos, profundos.
Tenemos otra vida juntos.
Otra vida…